Tras años de experiencia viajando por el mundo, te explicamos los consejos más útiles para viajar siendo responsable, respetando el negocio local y el medio ambiente.
El objetivo de este movimiento, también conocido como slow travel, es evitar la desaparición de las culturas y tradiciones locales, contrarrestar el auge de la vida rápida y reavivar el interés de la gente por la inmersión local: los alimentos que comen, el hospedaje, las compras, el respeto por la naturaleza.
En definitiva, experiencia que te permite conectarte y experimentar un destino a un nivel más profundo.

Esta forma de viajar se aplica a todos los viajeros, ya sea los que estén de vacaciones o por trabajo.
Además, cuando conoces bien un destino, puedes experimentar la cultura local y las comunidades locales a un nivel mucho más profundo. Este estilo de viaje te brinda la oportunidad de tener experiencias más significativas y crear recuerdos que impactarán durante mucho tiempo.
1. Ser consciente de por qué viajamos
Viajamos para mantenernos curiosos, valientes, compasivos, empáticos y soñadores.
Viajamos para desconectar de la tecnología, silenciar la mente y conectar con una dosis divina de atención plena y conciencia.
Viajamos para descubrir nuevos olores, sabores y sonidos tan refrescantes y vibrantes que logren despertar todos nuestros sentidos y que nos vuelvan locamente vivos.
Viajamos para saborear la magia de romper barreras y comunicarte sin el uso de las palabras.
Viajamos para crear recuerdos tan poderosos que podamos reproducirlos en nuestras mentes cuantas veces necesiten nuestras almas.
Viajamos para amar la sensación de tomar riesgos y salir de nuestra zona de confort por completo.
Viajamos para conocer otras dimensiones y realidades de la vida que nos permitan ver el mundo con más claridad, gratitud y humildad.
Viajamos para apoyar la conservación de la vida salvaje, y comprender que los animales no pertenecen a un zoológico sino que la naturaleza es su mundo y que es la libertad que necesitan sentir diariamente.
Viajamos para descubrir que nuestra alma puede echar raíces en muchos lugares y que en nosotros hay espacio para más de un hogar.
Viajamos para que nuestra alma respire libremente.

2. Alojarse en hoteles sostenibles
Nos alojamos en hoteles sostenibles que tengan en cuenta el medio ambiente y la cultura autóctona. A la hora de escoger los hoteles consideramos desde la ubicación alrededor de la naturaleza, su oferta gastronómica basada en productos locales y cocina tradicional, hasta las actividades que ofrecen a los huéspedes.
Pequeños hoteles ecológicos que comprenden la importancia de escuchar la sabiduría de la gente local y apoyar su crecimiento y desarrollo de una manera sostenible.

3. Compensa tus emisiones CO2
Con cada viaje que diseñamos en TWC, llevamos a cabo un análisis de sostenibilidad para determinar la huella ambiental de las emisiones de CO2 de todo el viaje, no sólo de los vuelos sino de todos los transportes que utilizamos. Sobre la base de estos cálculos, nos comprometemos a compensar esta cantidad mediante la donación a una serie de proyectos de desarrollo sostenible con un impacto social, económico, ambiental y de conservación.

4. Apoyo a las comunidades locales
Comprender la importancia de escuchar la sabiduría de la gente local y contribuir a su crecimiento. Promovemos el desarrollo económico y social apoyando a las empresas que eligen reinvertir fondos en sus comunidades y comprando a los artistas y artesanos locales productos con una historia detrás y de comercio justo.

5. Usa productos eco-friendly
Productos que puedas usar durante todo el viaje y no generen residuos ni contaminen.
- Botellas reutilizables metálicas o de cristal, incluso con filtro.
- Cubiertos y pajitas metálicos reutilizables.
- Productos higiénicos como cepillos biodegradables, jabones en formato pastilla, desodorantes ecológicos.
- Bolsas reutilizables de tela para tus compras.
- Productos de higiene femenina lavables: copas menstruales o ropa interior especial.
- Embases sostenibles: embases de cristal o envoltorios de cera de abeja (para substituir el papel de aluminio).
